LOS CHAKRAS
LOS CHAKRAS
El sistema de los centros energéticos conocidos como chakras determina y sustenta la vida espiritual de la misma forma en que la columna vertebral sustenta el cuerpo físico. Los chakras lo regulan todo, desde los instintos de supervivencia, el impulso sexual y la autoestima, hasta los sentimientos, el intelecto, la voluntad y los anhelos espirituales. Estos 7 centros principales son como una columna vertebral energética a través de la cual penetra la fuerza vital o prana en el cuerpo físico.
En sánscrito, la palabra “chakra” significa “rueda” o “círculo”; los chakras se representan tradicionalmente como flores de loto que varían en número de pétalos y que están cargados de la energía relacionada con una deidad sagrada, son de un color característico, poseen una sílaba sagrada y un símbolo animal, entre otras características.
Los chakras recogen la información del mundo físico y la traducen en energía que alimenta o desequilibra nuestro cuerpo energético y nuestra salud física; al mismo tiempo, condensan y transforman la energía psicológica almacenada en las diferentes partes del cuerpo en forma de energía espiritual y la distribuyen a lo largo de todo el organismo. Los chakras se encuentran en el interior de nuestros cuerpos mental, emocional, etéreo y astral y trascienden las dimensiones físicas de nuestra estructura.
Generalmente se les asocia con ruedas o esferas de luz localizadas en distintas partes del cuerpo, aunque la realidad es que más bien son como embudos que surgen desde la zona correspondiente de la columna vertebral, hacia fuera del cuerpo físico.
Cada chakra contiene información esencial y son fuentes de poder que estás destinado a adquirir. En la personalidad, estas fuentes de poder se reflejan en la virtudes como la autodisciplina y el valor. Los déficits de energía en los chakras, provocados por algún trauma, se manifiestan en la personalidad como debilidades, como retos que te obligan a intentar cerrar las heridas del pasado. Los chakras representan energías espirituales cada vez más perfectas a medida que ascienden por la columna vertebral, representando un grado de conciencia espiritual y poder personal que debes controlar conscientemente.
Se dice que cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno se “abrirá”, girando en el sentido de las agujas del reloj para metabolizar las energías que necesita el campo universal. Cuando el chakra gira en sentido contrario, la corriente fluye del cuerpo hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo, de manera que el chakra se “cierra” a las energías que le llegan, proyectándolas hacia fuera. Cuando los chakras se “taponan”, se atascan con energía estancada, giran de forma irregular o hacia atrás e incluso, en caso de enfermedad, pueden deformarse o rasgarse.
La realidad es que en cada persona varía la información y forma de giro, tamaño y densidad energética de los chakras, dependiendo de su sexo, edad y desarrollo espiritual, pero para poder determinar cuáles de tus chakras se encuentran en mayor desequilibrio (y cabe aclarar que todos los seres humanos no iluminados tenemos al menos 2 chakras en desequilibrio constante), basta con hacer consciencia de las problemáticas físicas, emocionales, mentales y espirituales que enfrentas y trabajar sobre las mismas conforme a las herramientas y métodos que te resulten más afines.
Que tu vida esté siempre en equilibrio con la luz divina.
Namasté
El sistema de los centros energéticos conocidos como chakras determina y sustenta la vida espiritual de la misma forma en que la columna vertebral sustenta el cuerpo físico. Los chakras lo regulan todo, desde los instintos de supervivencia, el impulso sexual y la autoestima, hasta los sentimientos, el intelecto, la voluntad y los anhelos espirituales. Estos 7 centros principales son como una columna vertebral energética a través de la cual penetra la fuerza vital o prana en el cuerpo físico.
En sánscrito, la palabra “chakra” significa “rueda” o “círculo”; los chakras se representan tradicionalmente como flores de loto que varían en número de pétalos y que están cargados de la energía relacionada con una deidad sagrada, son de un color característico, poseen una sílaba sagrada y un símbolo animal, entre otras características.
Los chakras recogen la información del mundo físico y la traducen en energía que alimenta o desequilibra nuestro cuerpo energético y nuestra salud física; al mismo tiempo, condensan y transforman la energía psicológica almacenada en las diferentes partes del cuerpo en forma de energía espiritual y la distribuyen a lo largo de todo el organismo. Los chakras se encuentran en el interior de nuestros cuerpos mental, emocional, etéreo y astral y trascienden las dimensiones físicas de nuestra estructura.
Generalmente se les asocia con ruedas o esferas de luz localizadas en distintas partes del cuerpo, aunque la realidad es que más bien son como embudos que surgen desde la zona correspondiente de la columna vertebral, hacia fuera del cuerpo físico.
Cada chakra contiene información esencial y son fuentes de poder que estás destinado a adquirir. En la personalidad, estas fuentes de poder se reflejan en la virtudes como la autodisciplina y el valor. Los déficits de energía en los chakras, provocados por algún trauma, se manifiestan en la personalidad como debilidades, como retos que te obligan a intentar cerrar las heridas del pasado. Los chakras representan energías espirituales cada vez más perfectas a medida que ascienden por la columna vertebral, representando un grado de conciencia espiritual y poder personal que debes controlar conscientemente.
Se dice que cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno se “abrirá”, girando en el sentido de las agujas del reloj para metabolizar las energías que necesita el campo universal. Cuando el chakra gira en sentido contrario, la corriente fluye del cuerpo hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo, de manera que el chakra se “cierra” a las energías que le llegan, proyectándolas hacia fuera. Cuando los chakras se “taponan”, se atascan con energía estancada, giran de forma irregular o hacia atrás e incluso, en caso de enfermedad, pueden deformarse o rasgarse.
La realidad es que en cada persona varía la información y forma de giro, tamaño y densidad energética de los chakras, dependiendo de su sexo, edad y desarrollo espiritual, pero para poder determinar cuáles de tus chakras se encuentran en mayor desequilibrio (y cabe aclarar que todos los seres humanos no iluminados tenemos al menos 2 chakras en desequilibrio constante), basta con hacer consciencia de las problemáticas físicas, emocionales, mentales y espirituales que enfrentas y trabajar sobre las mismas conforme a las herramientas y métodos que te resulten más afines.
Que tu vida esté siempre en equilibrio con la luz divina.
Namasté
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