¿Porqué no ajo y cebolla?
Composición química
Tanto la cebolla como el ajo tienen sulfóxido, un compuesto que contiene un grupo sulfinilo enlazado a dos átomos de carbono.
En un artículo del New York Times se comenta que las cebollas y los ajos tienen mucho en común con ¡la pólvora! Ambos pertenecen al género allium que incluye a la cebolla, el puerro, el verdeo, el ciboulette y el echalote. Sus sistemas de defensa a base de azufre dan a los alliumssus sabores distintivos, los despliegan cuando sus tejidos se rompen al morder, triturar o cortar. Los químicos son altamente irritantes, y desalientan a la mayoría de las criaturas de volver en segundos. Matan microbios, repelen insectos y dañan los glóbulos rojos de perros y gatos.
Los dientes de ajo producen una sustancia química llamada alicina, que es el responsable de su fuerte sabor picante y aroma. Es una molécula relativamente grande y actúa principalmente en contacto directo con el comensal.
Cebollas, echalotes, verdeo y puerros comparten un químico almacenado especial y una segunda enzima defensiva. Producen una molécula de azufre lo suficientemente pequeña y liviana que al salir desde el tejido dañado, viaja por el aire y ataca a nuestros ojos y fosas nasales. Esta arma de larga distancia se llama factor lacrimógeno, ya que hace lagrimear los ojos de las personas.
Efectos tóxicos de cebollas y ajos
El Dr. Robert [Bob] C. Beck, DSc. descubrió que el ajo es tóxico porque el ión de hidróxilo sulfónico penetra la barrera hematoencefálica y es espacialmente venenoso para las formas de vida más sutiles y las células del cerebro.
Dr. Beck trabajaba en ingeniería en vuelos de prueba en el grupo de Doc Hallan en la década de 1950. Recuerda que el médico de vuelos venía cada mes y les recordaba a todos: “No se atrevan a tocar ni un ajo 72 horas antes volar uno de nuestros aviones, porque van a duplicar o triplicar su tiempo de reacción. Serán tres veces más lentos si no evitan el ajo”.
Dr. Beck continúa en su conferencia de la siguiente manera: “Bueno, no sabíamos por qué hasta 20 años más tarde, cuando fui dueño de Alfa-Metrica Corporation. Éramos el mayor fabricante de equipos de electroencefalograma éticos en los EEUU. Y la gente, cuando volvía del almuerzo, los médicos que entrenábamos para usar los equipos, parecía clínicamente muerta en un encefalograma. Encontramos que había un poco de ajo en el aderezo de sus ensaladas. El ajo desincroniza tus ondas cerebrales, desasociaba totalmente los emisferios derecho e izquierdo. Investigamos esto y encontramos que el ajo mataba decenas de miles de células cerebrales… pero no importa, tenemos billones de trillones de células en el cerebro. Así que tuvieron que firmar que no iban a tener contacto con el ajo antes de clases o estarían perdiendo su dinero, su tiempo y mi tiempo.”
Más tarde, se financió un estudio de la Universidad de Stanford y encontraron que, efectivamente, el ajo es un veneno. “Usted puede frotar un diente de ajo en el pie, podrá olerlo poco más tarde en sus muñecas. Así que penetra en el cuerpo. Esta es la razón por la cual el DMSO (dimetil sulfóxido) huele a ajo: el ión de hidróxilo sulfónico penetra todas las barreras, incluyendo el cuerpo calloso en el cerebro. Cualquiera que tenga una huerta orgánica sabe que si no desea utilizar el DDT, el ajo mata cualquier insecto. Ahora, la mayoría de la gente ha oído la mayor parte de su vida que el ajo es bueno, y nosotros clasificamos a esas personas igual de ignorantes que las madres que a comienzos de siglo (XX) compraban sulfato de morfina en la farmacia y lo daban a sus bebés para hacerlos dormir”.
Y continúa, “Si ustedes tienen cualquier paciente con dolores de cabeza de bajo grado o trastorno por déficit de atención, que apenas pueden enfocarse en la computadora durante la tarde, hagan un experimento. Saquen el ajo de la dieta de estas personas y verán lo que mejoran, en muy muy poco tiempo. Y luego que coman un poco de ajo después de unas tres semanas. Van a decir: Dios mío, no tenía ni idea de que esto era la causa de nuestros problemas. Muy poco popular, pero tengo que decirles la verdad. El ajo puede afectar la mente y la concentración. No lo comas si estás realizando actividades que requieren concentración y agudeza mental.”
En los últimos años se han realizado varios estudios que establecen que las cebollas pueden causar alergias, gas intenstinal, diarrea y acidez estomacal. Aunque hay algunos beneficios medicinales de cebollas y ajos (algunos medicamentos homeopáticos como Allium Cepa se producen a partir de las cebollas), como alimentos sus efectos negativos opacan a los buenos.
Prohibición en varias culturas
Aquí una buena revisión sobre cómo cebollas y ajos fueron tradicionalmente prohibidos en muchas culturas en todo el mundo por razones similares.
Los taoístas se dieron cuenta hace miles de años que las plantas de la familia allium eran perjudiciales para los seres humanos en su estado saludable. En sus escritos, un sabio Tsang-Tsze describió las Alliums como las “cinco verduras aromáticas o especias aromáticas”, cada una tiene un efecto perjudicial en uno de los siguientes cinco órganos; el hígado, el bazo, los pulmones, los riñones y el corazón. Específicamente, las cebollas son perjudiciales para los pulmones, el ajo para el corazón, puerros al bazo, el ciboulette al hígado y el verdeo a los riñones. Tsang-Tsze dijo que estas verduras picantes contienen cinco diferentes tipos de enzimas que causan “reacciones de aliento repugnante, muy mal olor de la transpiración y los movimientos intestinales, y conducen a las indulgencias lascivas, promueven agitaciones, ansiedades y agresividad”, especialmente cuando se comen crudas.
Cosas similares se describen en la Ayurveda. Además de producir mal aliento y olor corporal, estas plantas (allium) inducen a la irritación, la agitación, la ansiedad y la agresión. Por lo tanto son perjudiciales física, emocional, mental y espiritualmente.
Aun cuando el ajo se utiliza como alimento en la cultura china se considera perjudicial para el estómago, el hígado y los ojos, y una de las causas de los mareos y la energía dispersa cuando se consume en cantidades inmoderadas.
La cebolla y el ajo nunca fueron adoptados en la cocina tradicional japonesa y fueron rechazados por los maestros zen.
Los practicantes de reiki explican que el ajo y la cebolla son de las primeras sustancias que deben sacarse del sistema de una persona junto con el tabaco, el alcohol y los medicamentos farmacéuticos. Esto hace que sea evidente que las plantas allium tienen un efecto negativo sobre el cuerpo humano y deben evitarse por razones de salud.
Budistas, jainistas y Vaisnavas evitan completamente cebollas y ajos en cualquiera de sus formas.
Una vieja leyenda turca explica que cuando Satanás fue expulsado del cielo, el ajo brotaba donde puso su pie izquierdo por primera vez, y la cebolla creció donde puso su pie derecho.
La ciudadanía griega, especialmente la aristocracia, rechazó firmemente el ajo y encontró su olor repugnante. Cualquier persona con olor a ajo se consideraba vulgar y se le impedía entrar en los templos. En la obra de Aristófanes “Las esposas en la Fiesta de Thesmophores “, las mujeres que estaban engañando a sus maridos encontraron en el ajo un encubrimiento perfecto para una noche de indulgencia.
Horacio, poeta lírico y satírico romano, dijo del ajo en sus Epodes, que es “más venenoso que la cicuta.”
En Sueño de una noche de verano deShakespeare, el personaje Bottom le dice a los otros actores no comer ajo o cebolla, porque somos de pronunciar dulce aliento.
El punto de vista británico del siglo XVII del ajo era sólidamente negativo, con expresiones como “no aptos para paladares de señoritas, ni para quienes las cortejaran”, o que comer ajo “era parte de un castigo para quienes habían cometido crímenes horribles.” Cuando el famoso poeta Percy Shelley visitó Italia con su amigo Lord Byron, se sorprendió y consternó de ver a su amigo comer el ajo que se servía en las reuniones sociales.
El ajo tampoco ha sido siempre visto como poseedor de propiedades del todo beneficiosos en la cocina y la medicina Occidental. Es ampliamente aceptado entre los profesionales de la salud que, además de matar las bacterias dañinas, el ajo también destruye las bacterias beneficiosas, que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema digestivo.
Conclusión
Uno puede argumentar que tantas personas comen cebollas y ajos cotidianamente. Sin embargo, muchas personas hacen con regularidad otras cosas también –fumar, beber alcohol, etc.
exelente articulo y ademas hace dias escuche una charla de jose T neto que el ajo y las cebollas hacen que el cuerpo emita aromas que atraen a elementales del bajo mundo
ResponderBorrarA mi me causa el efecto contrario, quiere decir que soy un extraterrestre? Chicos por favor dejen de decir cosas faltas de ciencia. Y otra cosa eso de que dicen que no es para la espiritualidad, la misma corre por un plano que no tiene nada que ver con la química del cuerpo. Pero que saben ustedes que se basan en falsedades. Es como eso que hablan cada tanto de ¨según un reciente estudio¨ realizado por empresas indirectamente ligadas a las multinacionales asesinas..... o a las sectas destructivas. Por último a mi el ajo y la cebolla, me causa claridad mental, fortaleza, desde luego que las bacterias nocivas huyen del cuerpo, es muy bueno para la salud, la única contra es el sabor, pero el mismo se disimula con frío de la heladera, o sacando el brote verde (ajo). Practiquen Chi Kungo, Ki Gong, ejercicios de Mantak Chia, Tai Ch, Yoga.
ResponderBorrarEntonces puedes comer ajos y cebollas hasta apestar. Nadie te lo impedirá
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